jueves, 1 de marzo de 2018

Invierno almeriense


Cuando los pueblos empiezan a crecer en vertical y sustituyen sus casas encaladas de una o dos plantas por altos bloques de pisos, hay que acercarse hasta las esquinas y cruces de las calles para encontrar un poco de sol en las horas en las que, pasado el mediodía, el astro rey ya ha comenzado su camino hacia el ocaso.

En una de las últimas visitas a mi rinconcito preferido del mediterráneo, mi pueblo, no pude evitar asomarme al callejón, al que da la típica cocina-garaje de mi tierra. Y en las horas en las que tu madre tiene listo el potaje, el hambre empieza a picar, pero no todos los miembros de la familia están presentes, ese lugar lucía cálido y luminoso.

Más motivado por mi necesidad de vitamina D (que se acrecienta a medida que pasan mis años de residencia en el norte) que por el placer, me senté en el tranco de la esquina del callejón. Aquel lugar que me dio tantas glorias y penurias en mi infancia. Cuyo desnivel ocasionó multitud de peleas con mi vecino Juan Manuel porque no sabíamos si la pelota de tenis había botado fuera o dentro de aquel terreno que improvisábamos con una guita y dos cajas. Bueno, él si lo sabía: siempre botaba a su favor (jeje). Un bordillo amarillo seguido de losas con cuadros en relieve, donde nos jugábamos los tazos y estampas. Entonces la felicidad se resumía en que el tazo cayera en el cruce de relieves, justo antes de tu turno para tirar, y de esta manera poder voltearlo fácilmente y aumentar tu colección.

Así que ahí mismo me senté. Apoyé mi cabeza sobre el muro granulado, sonriendo a las caricias del cálido sol del invierno almeriense, mientras recordaba aquellos momentos de rodillas peladas. Cuando el callejón era un universo de posibilidades y las peleas duraban hasta la hora de merendar.

domingo, 1 de octubre de 2017

1-Oct 2017. "Referendum" en Cataluña

Alberto Estévez (EFE)


Una votación sin garantías democráticas (como se ha podido comprobar) convocada tras varios episodios y encontronazos más dignos de telenovelas que de un país desarrollado, cuyos responsables, con capacidades nulas para el diálogo, son calificados como "el ratón y el gato" por los países vecinos.

Una población injustamente dividida (a veces a fuerza de etnocentrismo y victimismo) y con sed de expresión. O, según mi experiencia, más bien sed de vías de expresión. Y los únicos que pueden saciar esa sed utilizan la fuerza contra una gran parte de la población que quería "hablar".

El día de hoy ha marcado un episodio negro en nuestra historia que desgraciadamente recuerda a tiempos pasados que tan sólo deberíamos conocer a través de la escuela.

Y lo peor de todo, a mi parecer, los comentarios que ciertas personas han hecho acompañando los vídeos de las actuaciones policiales desproporcionadas: "más fuerte le tendrían que haber dado", "leña al mono, que es de goma", etc.

Si, por casualidad de la vida, has hecho algún comentario de ese tipo y te encuentras entre mis amigos, que sepas que me das lástima. No puedo entender que ese tipo de comentario venga de una persona (más o menos) racional, desembocado por cualquier tipo de violencia. Así que espero que hayas sido capaz de pasar del primer o segundo párrafo y sentir por lo menos un poco de la vergüenza que siento yo. Y que ésta te haga reflexionar.

La verdad que nunca en la vida me he sentido tan avergonzado de venir de donde vengo. De ser español. Y los que me conocen saben lo que me duele decir estas palabras. No reniego de mi identidad ni de mi cultura pero siento vergüenza de la situación a la que se ha llegado, de la falta de soluciones, de las indignas reacciones.

Muchos han criticado y se han burlado de las lágrimas de Piqué, que desconozco si son de cocodrilo. Pero que sepáis que hoy se han derramado muchas más lágrimas anónimas en casas de Cataluña, de toda España y hasta en el extranjero.

La represión del discurso rancio al que acudían los independentistas hoy ha tenido lugar. Estoy seguro de que hay catalanes que quieren decidir que NO quieren independencia que la han sufrido. ¿Creéis que seguirán con la misma opinión o habrán cambiado? No lo sé. Pero la situación sólo demuestra que no aprendemos de nuestra historia.

Como mi profesor de sociología, Luís Ayuso, decía, "una manera de conocer el pasado es ver la opinión de la gente mayor". Por ello, viendo la magnitud de los altercados, me gustaría concluir con la respuesta que mi abuelo (criado y vivido en el campo de Dalías, Almería, con 97 años a cuestas) me daba cada vez que le preguntaba sobre la Guerra Civil: "Una guerra tonta. Primos contra tíos, padres contra hijos... Hermanicos se peleaban por pensar diferente".

Lorenzo Rubio Espinosa

jueves, 8 de septiembre de 2016

España, ese país donde... (II)

Viñeta por Lorenzo Rubio.
Acabo de ver un vídeo sobre cómo el PP aprobó la LOMCE, teniendo en contra a toda la oposición y gran parte de la ciudadanía y personal educativo. Por ello, no he podido olvidarme de esta viñeta, la cual realicé hace ya unos meses.

¡Y es que estoy cansado! Cansado de que hagan lo que quieran pasándose la democracia por el forro de... digamos del chaquetón, (a ver si así viene algo de frío). Estoy cansado de que se aprovechen de los privilegios que les ha dado una ciudadanía idiotizada que no duda en alardear públicamente de "siempre he votado a X y seguiré votándolo hasta que me muera", poniendo de manifiesto su gran (y única) capacidad de animar a un equipo de fútbol. Pero no os equivoquéis, esto que escribo no lo hago (sólo) en contra del Gobierno del PP. Lo hago en contra de todos aquellos que tienen la "jeta" de creer que cuentan con el poder absoluto una vez que son elegidos por el pueblo, despreciando la opinión de éste y pasando sobre los intereses de la sociedad para hacer lo que les sale de los pantalones y a interés, generalmente, de sus bolsillos.

Y es que eso de que la gente opine pica en los de arriba. Así lo demostró Pedro Sánchez en su análisis del resultado del Brexit: "esto es lo que ocurre con las consultas que vienen a trasladar a la ciudadanía los problemas que deben ser resueltos por los políticos". Claro que es mejor no consultar a la ciudadanía y pasar olímpicamente de sus quejas, opiniones, manifestaciones, recogida de firmas... Como ocurre en Almería con su patrimonio histórico y natural. Pero no os preocupéis, que ya lo dijo Susana Díaz, la "presidentísima": la clase política está preocupada por los problemas del pueblo. Unas declaraciones que no sé si me irritan más por mi percepción de falta de sinceridad o por la diferencia entre dos clases distintas de esta "España nuestra".



miércoles, 24 de agosto de 2016

El Ayuntamiento de Roquetas de Mar se está cargando las Salinas

Viñeta por Lorenzo Rubio.
Si estás contra esta atrocidad, no dudes en compartir la viñeta por tus redes y firmar la petición para que se pare la destrucción de las Salinas en Change.org pinchando aquí.