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En este país los ciudadanos rinden culto a un deporte y piden milagros a los futbolistas, mientras demandan explicaciones a los curas por bienes y donaciones de los fieles, y ofrecen apoyo incondicional a los políticos con los que simpatizan, aunque sean corruptos, que lo importante es "¡que no gane el otro equipo!". Por lo tanto nos encontramos con un panorama en el que los sentimientos no se corresponden con los distintos campos en los que se manifiestan. Pero esto no es tan raro, ya que esto no sólo pasa en España. Por ejemplo, en el siguiente vídeo se puede ver un grupo de personas, de otro país, para las que la política es como la religión: https://www.youtube.com/watch?v=UlGMhH27TCo
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